Así luce el futuro de la Refrigeración
Los seres humanos tenemos estómagos delicados y a diferencia de muchos otros animales, no podemos consumir ciertas cosas sin arriesgarnos a contraer una enfermedad por las bacterias y microbios que no podemos ver, mismos que pueden ser fatales. Por eso, desde hace miles de años hemos mantenido una carrera en contra del tiempo y los microbios.
Ante la necesidad de mantener nuestros alimentos lo más fríos y frescos posible para evitar que la propagación de microbios y bacterias convirtiera nuestra comida en algo inservible, usamos una de nuestras armas más poderosas: la creatividad. Existen restos de sistemas de refrigeración tan antiguos que datan de aproximadamente 2500 años.
A pesar de que hemos visto nuestra vida cambiar gracias a nuestra capacidad para conservar alimentos, esto no había sido tan claro hasta que la refrigeración moderna inició en el siglo XIX. Esta etapa permitió que la cadena de frío permitiera el viaje de alimentos perecederos de una parte del mundo a la otra sin que se echaran a perder.
Ésto también trajo un incremento de gases en la atmósfera y ayudó a acelerar el calentamiento global, fenómeno que ha sucedido naturalmente durante la historia de nuestro planeta. Por eso, durante años se ha trabajado para mejorar la manera en que los refrigerantes se desempeñan, no sólo para ser más baratos y fáciles de producir, sino en beneficio del medio ambiente.

Rensa trabaja con la más alta tecnología, siempre de manera responsable, a través de los refrigerantes que utiliza. Entre ellos, se destaca el uso de la tecnología con CO2. Este tipo de refrigerante se encuentra cada vez en más sectores debido a sus características únicas y ventajas de seguridad. Se trata de un producto no inflamable con propiedades diferentes en comparación con los refrigerantes convencionales. Esto genera ventajas como sus excelentes propiedades de transferencia de calor, así como también, una elevación de temperatura que permite instalaciones seguras y energéticamente eficientes.
El futuro de la refrigeración aún está en desarrollo, pero es muy prometedor. En este momento ya es más grande que el de la energía solar a través de paneles y no sólo se tiene contemplada para la comida, sino que se trata de algo que puede cambiar la manera en que vivimos, nos desarrollamos e incluso evolucionamos. Se estima que entre 2019 y 2030 se venderán casi 5 mil millones de unidades de enfriamiento. Tan solo en 2018 las ventas pasaron de 336 millones de unidades a 460, lo cual supondría un crecimiento económico de casi 30 mil millones de dólares.
De acuerdo a The Economist tenemos mucha demanda, pero el futuro nos exige nueva tecnología para garantizar que este crecimiento no degradará al medio ambiente ni expondrá a todos a un futuro diseminado por el calentamiento global.
Historias como las de Peter Dearman, quien ha desarrollado una tecnología que usa nitrógeno (que se encuentra en 80% del aire que respiramos) para eficientar el modelo de refrigeración tradicional y al mismo tiempo usar una energía mucho más limpia, parecen prometedores.
Dearman comenzó trabajando en una alternativa al combustible de gasolina. Desde que era un niño en los años sesenta supo que se trataba de un recurso natural no renovable, por lo que lleva décadas trabajando en una alternativa y al llegar al uso de nitrógeno para manejar, los resultados fueron positivos, pero no lo suficientemente potentes para ser una verdadera alternativa.
Lo que Dearman descubrió, es que si bien su experimento no podía cambiar la industria automotríz, sí podía hacerlo con la de la refrigeración, pues el nitrógeno líquido puede ayudar a que los refrigeradores en los que se transportan los alimentos usen mucha menos energía de la que usan actualmente y de esta manera, podrían revolucionar la cadena de frío por completo, bajando el número de emisiones contaminantes, cambiando la manera en que se transportan los alimentos y reduciendo el desperdicio de alimentos (10% del cambio climático viene de esta última actividad solamente).
El futuro de la refrigeración se encuentra entre nosotros, en poco tiempo las implementaciones pasarán de un experimento personal a la industria completa y depende de quienes se encuentran a la vanguardia de adaptarse para un mundo más verde, con necesidades de refrigeración que sean aptas para los retos que vienen.